¿Alguna vez te ha pasado que vas a realizar una compra por Internet y cuando ya vas a pagar el precio se incrementa considerablemente? Esto es debido a los famosos gastos de envío. Algunas empresas aún siguen mostrando un precio que no se corresponde con la realidad en sus catálogos online y resulta muy molesto para sus clientes descubrir el precio real cuando ya van a pagar.
En 2012, la consultora ComScore publicó un estudio que señalaba que el 55% de los consumidores abandonan el carrito de la compra al incrementarse el precio del producto más de lo esperado tras añadir los gastos de envío. Más recientemente, según el Estudio Anual E-commerce 2013 de IAB que las empresas no cobren los gastos de envío es uno de los valores que más aprecian los consumidores.
¿Se está planteando que los negocios pierdan dinero? En absoluto. Hay varias soluciones para disminuir la tasa de abandono en esa fase del carrito de compra beneficiando tanto a la empresa como a los clientes.
1. Un modelo que parece funcionar, sobre todo en e-commerce más modestos, es incluir los costes de envío ya en el precio de los productos. De esta forma, si decides comprarte un pantalón pagando 30€ por él, acabarás pagando ese precio finalmente. Tal vez, si la tienda no incluyera los gastos de envío y vieras que cuesta 25€ también te animarías a comprarlo pero al ver que cuando vas a pagar en lugar de 25€ pone 30€, te frustrarías y no efectuarías la compra.
2. Otra buena opción es dar al cliente la opción de pagar los gastos de envío sólo si quieren acortar los tiempos de entrega. Es evidente que cuando los gastos de envío son gratuitos, el tiempo de espera es superior debido a que el coste de la empresa de transporte es menor. Esta es una de las posibilidades que te da la exitosa tienda de ropa online, ASOS.
3. Algunas empresas están creando modelos de negocio basados en la suscripción para cubrir los gastos de envío. Es decir, si pagas una cuota mensual o anual, adquieres ventajas como un menor tiempo de entrega o gastos de envío gratuitos. Amazon es una de las tiendas que primero ha implementado esto con su servicio Premium.
4. También se puede eliminar la barrera del transporte estableciendo un punto de recogida para el artículo en lugar de que te lo lleven a casa. Esta opción te la da, por ejemplo, ZARA. Puedes adquirir el producto a través de Internet e ir después a buscarlo a la tienda que hayas elegido. Es muy cómodo cuando las tiendas no tienen todo el stock y buscas un artículo concreto.
5. Puede que no sea la mejor alternativa para el cliente pero se pueden poner los gastos de envío gratuitos a partir de un importe gastado en la tienda virtual. Con esta promoción, el negocio incentiva que el consumidor compre más y además le regala los costes de transporte.
Todas estas posibilidades sitúan al cliente en el centro dándole la posibilidad de ahorrarse los gastos de envío si quiere hacer una compra en un e-commerce y no imponiéndole un precio que no esperaba. No sólo se adquirirán un mayor volumen de ventas si no que la empresa será mejor percibida por el cliente. Adiós a los gastos envío.